Emma Richardson

Hidden Pleasures

17 septiembre - 27 noviembre 2021 / Comisariada por Xavi Sellés

Emma Richardson tiene una obsesión

Por Xavi Sellés


Lo cual puede ser normal, como cualquier persona. Aunque Richardson anda obsesionada con un pintor flamenco del siglo XVI, Peter Paul Rubens (1577-1640) y su obra La caída de los condenados (1620), un cuadro tan potente que, cuatro siglos después y en medio de una sociedad hipersaturada de imágenes, aún sigue impactando.

La primera vez que vi la obra de Richardson, fue como un puñetazo en el estómago. Dentro de esa primera abstracción que te envuelve en una primera visión, empiezas a discernir una tímida figuración que llega a ser clara y directa muchas veces (desde una mano hasta unos dientes). Ahora, es más alucinante ver como después de observar su obra durante un tiempo sus pinturas se vuelven grandilocuentes como las de los grandes maestros del barroco (el ya citado Rubens por ejemplo), con tintes goyescos y ya más claramente, surrealistas. Una serie de ingredientes que son un cóctel molotov en manos de una artista contemporánea como Richardson, que no es solo pintora, sino también música, cantante y compositora del grupo de rock Band Of Skulls.

Como los grandes clásicos, tiene el dibujo como base: “dibujo libremente una mezcla de formas humanas en el lienzo y luego, con pintura, oculto partes de ellas y agrego otras para crear algo que es a la vez lascivo y ambiguo. Ocultar y revelar ciertas partes es importante”, comenta ella y añade también la idea del dibujo automático del surrealismo y referentes de esta vanguardia como el artista Hans Bellmer.

Volviendo a su obsesión,La caída de los condenadosde Rubens, Emma Richardson busca esa tensión de decenas de cuerpos desnudos que caen, que se desvanecen por momentos, que se retuercen y se fusionan con seres grotescos... pero esta vez quien toma el mando es el subsconciente. “Siempre me ha intrigado el lado sugerente de pintar distorsiones de la forma humana. Si sugiere un muslo o unas costillas, la gente se siente atraída porque es algo que reconocen”, comenta la artista.

Toda obra de arte es completada por la persona espectadora, como bien dijo Marcel Duchamp. En el caso que nos ocupa es más que obvio. Las pinturas de Richardson funcionan cualtest de Rorschach(famoso test psicológico para evaluar la personalidad), donde proyectamos nuestros sentimientos y emociones, o simplemente donde esperamos encontrar algo reconocible, una forma que nos ilumine. Sin duda, su obra alenta múltiples interpretaciones.

En definitiva, tenemos delante unas pinturas viscerales, potentes, cargadas de sexualidad, con gran profundidad psicológica, animales... bestiales.