Emma Richardson

La Gran Rebelión

Por Emma Richardson

Esta exposición explora el poder. El poder del deseo y el poder de la naturaleza. Hace tiempo que me ha fascinado la idea de la mujer peligrosa, la femme fatale, las mujeres desviadas, histéricas y deseosas que representan una amenaza para el orden social. Desde las diosas, los demonios, las brujas y los monstruos que impregnan la mitología y el folclore, hasta la libertina y filósofa de los escritos de De Sade, pasando por las ideas actuales sobre la autoridad femenina, la feminidad y el consentimiento. Todavía hay un desequilibrio evidente de poder y fuertes expectativas sobre que es y que no es un comportamiento aceptable para las mujeres. Mostrar ambición, emoción y hambre sexual todavía es un acto rebelde.

Paralelamente como tema en estas pinturas está el poder agobiante y la ferocidad del mundo natural, la "Madre Tierra" y nuestra ingenuidad en la hora de pensar que podemos controlarla. El avance de la crisis climática y las imágenes y los efectos del empeoramiento de las tormentas, los incendios forestales, el calor extremo y las inundaciones repentinas en todo el mundo son terroríficos. Esto me ha llevado a mirar como la imaginería apocalíptica ha sido creada a lo largo de los tiempos para articular angustias colectivas y actuar como un aviso o un anhelo de salvación.

Inspirándome en los viejos maestros, el drama del barroco, las mujeres surrealistas y las mujeres del expresionismo abstracto, así como de artistas contemporáneos, me parece importante aportar mi perspectiva sobre estos temas complejos y fascinantes. Con estos paisajes psicosexuales quiero evocar la lucha entre el espíritu de los tiempos —nuestra vida cotidiana, las presiones sociales y las catástrofes mundiales actuales y el espíritu de las profundidades— nuestro mundo interior, los deseos ocultos y el inconsciente colectivo.

Este nuevo trabajo es la culminación de una residencia de dos meses a la Yoko Art Gallery de Barcelona. Utilizar el espacio de la galería como espacio de estudio y vivir en la ciudad ha sido una experiencia muy inspiradora y reveladora, que ha tenido un efecto liberador y duradero en mi práctica. Se han abierto nuevos caminos de investigación y he podido explorar e impulsar tanto mi manejo de la pintura como las ideas e intereses que alimentan mi trabajo.