Felipe Almendros

Ocaña

Por Elisa Tenedini

Ocaña es la segunda exposición de Felipe Almendros (Barcelona, 1976) comisariada por Yoko Art Gallery. También es el nombre del famoso local de la Plaza Real de Barcelona, el alma de todas las obras expuestas.

Es necesario recordar que el Bar Ocaña lleva el nombre del gran José Pérez Ocaña (Cantillana, 1947), pintor y actor integrado en los movimientos alternativos de los años ‘70 y figura clave para la defensa de los homosexuales. Almendros y Ocaña son comparables por la capacidad de observar y apropiarse de la vida, una vida brutal, excéntrica, real, cotidiana, callejera y del mágico mundo de la noche.

Para esta exposición, Felipe Almendros realiza una serie de cuadros en los que, con pinceladas rápidas, impetuosas y ásperas, retrata los personajes que captan su atención: aquellas personas que rezuman vida a raudales y con las que el propio artista se identifica. La obra de Felipe es absolutamente íntima, honesta y autobiográfica; desde el principio de su carrera, pone bajo las  luces de sus focos personajes y paisajes de su cotidianidad o del estilo de vida que más lo representa.

Se puede afirmar que Felipe Almendros es un flâneur, un Manet de los tiempos modernos que retrata la vida que le rodea, la ciudad, los bares… Un flâneur tal y como lo describía el poeta Charles Baudelaire en El pintor de la Vida moderna (1863), aquel que apartándose de la tradición del pasado tiene la gran capacidad de extraer lo eterno de lo transitorio.

Felipe Almendros hace esto hoy en las calles de Barcelona, así como antes, en los años 70 y 80, lo hizo José Pérez Ocaña, quien en la transitoriedad de su corta vida, revolucionó eternamente la lucha por los derechos LGBTIQ+, la liberación sexual, la libertad de expresión y el término Libertad con toda su complejidad.